Bolsonaro, entre la corrupción y la protesta callejera

El gobierno de Jair Bolsonaro vive su peor momento, con el avance de las revelaciones de corrupción por la compra de vacunas y la confiscación de los sueldos de los asesores públicos para su uso personal. Al mismo tiempo, tres jornadas nacionales de manifestaciones callejeras muestran que el camino es derrocar al gobierno a través de la lucha y la acción directa.

Ya está comprobado por documentos del Ministerio de Salud, correos electrónicos, grabaciones y registros de reuniones y llamadas, que hubo un esquema de mega corrupción para la compra de vacunas, involucrando al líder del gobierno de Bolsonaro en la Cámara de Diputados, Ricardo Barros, la cúpula del Ministerio de Salud y decenas de aliados, asesores y amigos del presidente. Ya no hay duda: ¡Bolsonaro es corrupto, conocía y se benefició del esquema y debe ser derrocado!

¡Sólo por la compra de las vacunas Covaxin, SputnikV y AstraZeneca habría un sobreprecio de miles de millones de dólares! En el caso de esta última vacuna, que cuesta  3 dólares 50 centavos por dosis. Bolsonaro pagaría 17,50 dólares de dinero público por cada una de las 400 millones de dosis negociadas. ¡Sería un robo de 5 mil 600  millones de dólares en una sola estafa! Los religiosos cercanos a Bolsonaro, los empresarios financieros y los militares, eran responsables de la intermediación en la compra de vacunas. Ahora está claro que el genocidio de las casi 550.000 muertes por Covid-19 que ha habido en Brasil no fue sólo por negacionismo de la pandemia y por omisión; fue intencional, para robar dinero.

Las revelaciones del robo, junto con el aumento del desempleo, el hambre y el aumento de los precios (alimentos, combustible, electricidad y gas), hicieron que la popularidad presidencial se desplomara. En las últimas encuestas, el porcentaje de desaprobación del gobierno ha batido todos los récords, así como el porcentaje de quienes ven al gobierno como corrupto. La mayoría de la población ya plantea que Bolsonaro sea derrocado y que sufra un juicio político.

¡Huelga General de Fora Bolsonaro / Mourão ahora!

En este contexto, ya se han producido tres grandes días de manifestaciones y protestas, el 29 de mayo, 19 de junio y 3 de julio. Los tres días de lucha fueron muy importantes y, en conjunto, congregaron alrededor de 2 millones de manifestantes en las calles, exigiendo Fuera Bolsonaro. Los partidarios del gobierno son cada vez más una minoría y se limitan a realizar desfiles con 3 mil motos en un lugar, 6 mil en el otro… gastan grandes cantidades de dinero para pagar a los “manifestantes”. Son menos del uno por ciento del número de manifestantes que salieron a las calles contra el gobierno.

No hay duda: Bolsonaro está acorralado, la gran mayoría de los trabajadores está en la oposición y sólo a través de la lucha en las calles es posible derrocarlo. La comisión del Senado que investiga sus posibles crímenes ya ha obtenido todas las pruebas necesarias para exigir la apertura del proceso de acusación (impeachment) en la Cámara. ¡Pero Bolsonaro no caerá sin la acción directa! ¡Es urgente convocar una huelga general indefinida! ¡Por vacunas, empleo, aumentos salariales y derechos sociales!

No podemos esperar a las elecciones de 2022 para cambiar de gobierno, incluso porque ningún otro presidente que se presente y sea elegido romperá con los esquemas de corrupción, el pago de la deuda pública y con la burguesía que explota a los trabajadores y asalta a Brasil. Es necesario derrocar a Bolsonaro ahora, antes de que cientos de miles de brasileños más mueran sin vacunas, sin trabajo y sin ingresos. Y la Huelga General es el instrumento que puede hacer caer al gobierno, paralizando las ganancias de los grandes empresarios que aún apoyan a Bolsonaro y a los diputados de su base en el Congreso.

Brasil. Julio 12, 2021


El Comité por el Reagrupamiento Internacional Revolucionario (CRIR) está compuesto por el Partido Socialismo y Libertad (Argentina), el Freedom Socialist Party (Estados Unidos y Australia), el Movimiento Revolucionario Socialista (Brasil) y el Partido Obrero Socialista (México). Establecido en 2013, el CRIR es un esfuerzo para promover la colaboración entre fuerzas revolucionarias en torno a una plataforma común que prioriza la promoción del liderazgo revolucionario de las mujeres en todos los ámbitos políticos.