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Comité por el Reagrupamiento Internacional Revolucionario

El Comité por el Reagrupamiento Internacional Revolucionario (CRIR) está compuesto por el Partido Socialismo y Libertad (Argentina), el Freedom Socialist Party (Estados Unidos y Australia), el Movimiento Revolucionario Socialista (Brasil) y el Partido Obrero Socialista (México). Establecido en 2013, el CRIR es un esfuerzo para promover la colaboración entre fuerzas revolucionarias en torno a una plataforma común que prioriza la promoción del liderazgo revolucionario de las mujeres en todos los ámbitos políticos.

 

1. Ante todo, somos internacionalistas. Rechazamos la idea de que el socialismo puede ser sólo un proyecto nacional; para conquistarse, tiene que edificarse a escala planetaria uniendo de forma armónica la economía internacional mediante un plan basado en las necesidades de todos los seres humanos y no en la necesidad de ganancias de las sociedades anónimas. Y ello sólo puede obtenerse mediante la unión y solidaridad de las y los trabajadores de todo el mundo.

Actualmente la crisis económica mundial está generando fuertes protestas y levantamientos de masas en contra de los gobiernos que fomentan el desempleo, la pobreza y la pérdida de los derechos a la salud, la vivienda y la educación.

Las poblaciones están derribando a las dictaduras que aún quedan en el mundo, y en aquellos países en donde existe democracia burguesa se están dando cuenta que es una democracia insuficiente y hueca que de poco les sirve, debido a que los capitalistas, sus partidos y los gobernantes pueden imponer decisiones que benefician cuando mucho a un uno por ciento de la población y que perjudican a las amplias mayorías. También se está revelando que el gobierno imperialista de Estados Unidos utiliza las guerras y las ocupaciones para imponer su política y espía a los ciudadanos de su país y del mundo. Los derechos civiles se reducen a escala planetaria.

Saludamos a las revoluciones de Egipto, Túnez, Libia y Siria, así como las enormes movilizaciones y huelgas de Brasil, Chile, Perú, Colombia, Grecia, España y otros países.

Exigimos el desmantelamiento de las más de mil bases militares imperialistas en el mundo con el propósito de intimidar a los pueblos para que no protesten contra la bárbara explotación y saqueo a que son sometidos.

También demandamos la salida de las tropas extranjeras que ocupan Irak, Haití y Afganistán y la ruptura de los acuerdos militares que equipan, preparan y organizan los ejércitos represivos de nuestros respectivos países para la contra insurgencia.

Nos ponemos de parte de los insurrectos y de todos los que luchan por la solidaridad internacional de la clase obrera y los llamamos a no detenerse hasta que se erradique el capitalismo.

2. Este Comité se basa en la experiencia histórica del proletariado en lucha, que está recogida en la obra de Carlos Marx, en las lecciones de la Revolución Rusa de 1917 y en los cuatro primeros congresos de la Internacional Comunista cuando fue dirigida por Vladimir Lenin y León Trotsky. También nos inspiramos en la lucha de Trotsky y de la Oposición de Izquierda en contra de la burocratización y degeneración de la Unión Soviética, así como en los documentos fundacionales de la Cuarta Internacional. Ello incluye:

a. El Programa de transición para la revolución socialista;

b. la teoría de la Revolución Permanente;

c. el derrocamiento internacional del capitalismo;

d. la democratización de los sindicatos a través de la lucha de los trabajadores;

e. la lucha sin cuartel en contra de la “burocracia”, es decir, contra aquellos lideres que utilizan los sindicatos o los movimientos de las masas en su beneficio y que reciben privilegios por traicionar al proletariado, a quien deben representar. Son parte de esta capa social oportunista los que manejan las ONGs y las direcciones estalinistas, populistas y social demócratas. En algunos países, esta casta ha presentado una cara tan izquierdista a los y las trabajadores y a los movimientos sociales, y ha ganado tanto apoyo, que ha logrado subir al poder estatal. Unos ejemplos de tales países son Cuba, Venezuela, Nicaragua, Ecuador, Bolivia y Brasil;

f. Estamos por la unión de los trabajadores en frentes únicos. Nos oponemos a que se alíen con supuestas fracciones ‘progresistas’, ‘antiimperialistas’ o ‘democráticas’ de la burguesía en frentes que los lleven a perder su independencia política.

3. Este Comité reconoce la necesidad de estar en la primera fila en defensa de los más oprimidos,especialmente las mujeres, inmigrantes, los/las jóvenes, las minorías raciales y sexuales, y los pueblos originarios e indígenas. Al mismo tiempo que luchamos contra la explotación capitalista, lo hacemos también por la emancipación de la mujer, es decir, porque se libere de la opresión de que es objeto. La clase trabajadora no podrá desarrollar toda la fuerza que necesita contra sus explotadores, y no se podrá hablar de socialismo, sin una verdadera y real igualdad entre hombres y mujeres y la participación decisiva de las mujeres en la lucha por la liberación de la humanidad.

En este punto, coincidimos con Trotsky:

“Las secciones de las IV Internacional deben buscar apoyo en los sectores más oprimidos de la clase trabajadora, y por tanto, entre las mujeres que trabajan. En ellas encontrarán fuentes inagotables de devoción, abnegación y espíritu de sacrificio”.

4. Denunciamos que el capitalismo no sólo extenúa las fuerzas de las trabajadoras y trabajadores de todo el mundo. Sino que, en su afán desmedido de ganancias, está destruyendo la naturaleza y el medio ambiente y acabando con el hábitat de todos los seres vivos. La mega minería es un negocio que está depredando la naturaleza y que conlleva la privatización y el despojo de los territorios de los pueblos originarios. Por eso demandamos la nacionalización de estas empresas bajo el control de los trabajadores y comunidades para que sean éstos los que decidan democráticamente cómo explotar los recursos naturales sin afectar al medio ambiente. También nos oponemos a que se patente y así puedan venderse lucrativamente las semillas y los genes de los animales y de las plantas.

5. Defendemos el derecho de los trabajadores y los campesinos a poseer armas y a auto defenderse de los delincuentes, de sus explotadores y de los fascistas. Asimismo, repudiamos las acciones aventureras, cuyos resultados con frecuencia son contraproducentes y no contribuyen a que la clase trabajadora fortalezca la confianza en sí misma y desarrolle sus organismos de lucha.

6. Repudiamos la criminalización de la protesta social. Defendemos a la abogada del pueblo injustamente encarcelada en Estados Unidos, Lynne Stewart y al maestro mexicano indígena Alberto Patishtán, injustamente condenado a 60 años de cárcel. Exigimos su libertad inmediata. También demandamos sean liberados los cinco ciudadanos cubanos presos en Estados Unidos, los independentistas puertorriqueños, y los prisioneros en la base de Guantánamo. Exigimos que se cierre inmediatamente esta base imperialista en territorio cubano.

Denunciamos que miles de luchadores y luchadoras han sido secuestrados y secuestradas por los aparatos represivos nacionales e internacionales sin que a la fecha sus familiares y compañeros tengan información sobre su paradero. ¡Libertad todos los presos políticos!

7. Defendemos los derechos de los inmigrantes y batallaremos en contra del muro militarizado que el imperio norteamericano construye en la frontera con México. Es paradójico y repudiable que el capital fluya libremente a través de esta frontera, pero que a la fuerza de trabajo se le impida hacer lo mismo.

8. Nos oponemos a la privatización y degradación de la educación, la salud, el acceso al agua potable y demás servicios vitales. Luchamos por el carácter público, de calidad y gratuito de los mismos. El acceso a la educación superior no debe basarse en la capacidad para pagar sino en el derecho de todo ciudadano y ciudadanas a adquirir conocimientos y habilidades para su desarrollo como ser humano. La salud no puede ser un negocio en el que el derecho a la vida sea un privilegio.

9. La sociedad socialista por la que pugnamos tendrá más libertades y derechos que la más democrática República burguesa. Proponemos un sistema pluripartidista que garantizaría el derecho de asociación política a todos aquellos que respeten la República de los trabajadores. En cuanto a los sindicatos, deben ser independientes incluso del Estado obrero. Ellos deben practicar la democracia obrera a su interior para que sea la base la que decida sus luchas, tenga capacidad de revocar a sus dirigentes y a discutir y votar sobre todo lo concerniente a su funcionamiento. Este régimen de democracia socialista garantizará el derecho a la autodeterminación de las naciones oprimidas, si es que deciden ejercerlo. Los funcionarios de la República de los trabajadores podrán ser revocables en cualquier momento y devengarán salarios no mayores a los de un obrero medio, como hizo la Comuna de París.

10. Los trabajadores de cada país necesitan crear sus propios partidos políticos para defenderse y luchar con independencia por el poder y el socialismo. Estos partidos deben ser en su interior a un tiempo democrático para garantizar que las opiniones de todos sus miembros sean escuchadas- y centralistas, para que puedan desarrollar una lucha eficaz contra los capitalistas y los líderes oportunistas. En ellos se promoverá el acceso de las mujeres al liderazgo. Sólo mediante este tipo de partidos la clase trabajadora podrá luchar seriamente por su emancipación. La carencia de dichos partidos es en la actualidad el mayor obstáculo para la defensa consecuente de los trabajadores y para la revolución socialista. A su vez, es necesario unir a estos partidos en una organización internacional, como la que el CRIR pretende ayudar a construir.

Invitamos a otras organizaciones revolucionarias que coinciden con esta Declaración y Plataforma a que se involucren en este esfuerzo y se hagan oír. Juntos podremos sembrar las semillas de una nueva organización internacional basada en un programa socialista, en la solidaridad y el respeto mutuo y en la tolerancia ante las diferencias.

Ponte en contacto con CRIR en cririnter@gmail.com.

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