EDITORIAL: La lucha sindical brinca a la escena nacional

EDITORIAL: La lucha sindical brinca a la escena nacional

 

Aquí damos cuenta de cómo, de manera casi imperceptible, aunque firme, la clase obrera ha saltado a la palestra nacional. Una masa proveniente de los sectores más olvidados de los trabajadores se movilizó en los meses pasados. El acontecimiento, que no había ocurrido en muchos años, no apareció en la televisión ni en los artículos de Carlos Loret o López Dóriga, tampoco en los de la 4T, pero fue una enorme realidad el paro nacional del 22 de junio de los sindicatos de educación media superior, que obtuvieron un primer triunfo. Y van por más.

No fueron los únicos y hubo otros más combativos.

En este medio año del 2023 los sindicatos de la educación han dado muestras de un despertar. Destacaron las dos huelgas del SUTIEMS, en la Ciudad de México, ambas con triunfos parciales; la huelga del SINTCB, las combtivas movilizaciones y paros de la Sección XXII de la CNTE, el magisterio oaxaqueño; el paro en la Sección 11 del SINTE; las movilizaciones del SITTAUNAM; la huelga del STUAS, la huelga de las preparatorias de Zacatecas, el paro y las movilizaciones del Magisterio del SNTE del Estado de México, por nombrar algunas.

Al calor de estas luchas fue común escuchar que en el tema educativo la 4T ha significado la continuidad neoliberal, la imposición de topes salariales que recortan los ya magros ingresos, la precarización en las condiciones de trabajo de la mayoría de trabajadores, el abandono por las autoridades de la Educación Media Superior, instalaciones deterioradas, promesas presidenciales incumplidas y concentración de privilegios y recursos en la alta burocracia educativa.

Las victorias del sector educativo, para consolidarse y continuar, deben de hacer frente común; las demandas centrales de cada gremio son compartidas por el resto de sindicatos por lo que una lucha unitaria puede brindar mejores resultados.

Para que la clase trabajadora logre imponen sus interese y conseguir sus objetivos debe de plantear una política proletaria independiente de los partidos políticos de la burguesía, independiente del Estado y de cualquier Gobierno e independiente de las organizaciones sindicales Charras. La movilización de los maestros del estado de México y la dura y sangrienta represión que algunos mentores sufrieron, por parte del gobierno del PRI del desfalleciente Del Mazo, no suscitaron ninguna reacción, simpatía ni muchos menos solidaridad del gobierno federal ni de Morena.