El 20 de octubre fue herida de muerte Beatriz Pérez Rojas, alumna de la Escuela Normal Rural Benito Juárez de Panotla, Tlaxcala, que se manifestaba pacíficamente junto con sus compañeras. La policía estatal le disparó con un proyectil de granada. Tenía 21 años.
El Partido Obrero Socialista hace llegar sus condolencias y respeto a los familiares y condiscípulas de Beatriz, así como a todos los estudiantes de las Escuelas Normales Rurales del país que han venido siendo reprimidos durante estos años. Le rendimos un sentido homenaje a Beatriz, a quien consideramos mártir de la lucha por una educación gratuita y popular. Exigimos el castigo a los responsables, comenzando por la gobernadora de Tlaxcala, Lorena Cuéllar, y los responsables de la seguridad pública y la policía.
Ese día, las normalistas se manifestaban sobre la carretera San Martín Texmelucan-Tlaxcala cuando cientos de policías llegaron a golpearlas y atacarlas con gas lacrimógeno. 30 de ellas terminaron con heridas graves, siete ameritaron hospitalización y la herida propinada a Beatriz le causó muerte cerebral.
Se trató de una salvaje y alevosa agresión policial contra jóvenes mujeres de modestas familias campesinas y obreras. Es muy parecida a la cometida por el gobierno de Ángel Aguirre en Guerrero (socio en el PRD de López Obrador y Marcelo Ebrard) y el gobierno de Felipe Calderón en diciembre de 2011 en la carretera a Acapulco, en la que fueron ejecutados por policías dos estudiantes de la Normal de Ayotzinapa. A la fecha, ningún responsable está en la cárcel.
En Tlaxcala las alumnas exigen transparencia en la aplicación de fondos y recursos para el comedor de la escuela y la destitución de Homero Meneses, secretario de educación de ese estado, por amenazarlas con cerrar el semestre 2022-2023, quitarles la alimentación, cancelar prácticas académicas, y por sus conductas racistas en las mesas de negociación.
También exigían la renuncia del secretario de Seguridad Ciudadana, el militar retirado Raúl Ruiz García que, el 16 de octubre, mientras las alumnas exigían diálogo, las intimidó mostrándoles balas de goma, gases lacrimógenos y armas de fuego desde un helicóptero policial que sobrevoló todo el mitin. Finalmente el gorila cumplió sus amenazas: “repetir lo que iba a pasar en 1968”.
En la brutal represión colaboró el gobierno federal, la siempre militarizada Guardia Nacional, interceptó a una delegación de normalistas de Ayotzinapa que se trasladó a ofrecer solidaridad y los detuvo de manera ilegal.
Este asesinato constituye un acto de represión política, es un cobarde crimen de Estado con el fin de aplacar las justas protestas de los y las estudiantes más desfavorecidas económicamente por el gobierno federal de López Obrador. Quienes también son los que sufren más persecución y represión política. Exigimos ¡justicia para Beatriz! ¡Castigo a los responsables!
Partido Obrero Socialista, 27 de octubre de 2022.
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