AMLO ante hackeo de Guacamayas a SEDENA

“Al ejercito nos fuimos Federico, Luis y yo
Ni uno de los tres pasamos, por defectos nos falló
Federico por pies planos, Luis por asma bronquial
Y a mí solo me encontraron una cruda realidad”

Chico Ché.

Esta fue la respuesta de la Presidencia de la República al hackeo a la Secretaría de Defensa Nacional (SEDENA) atribuido al grupo Guacamayas, poner en televisión nacional una cumbia viejita del aún famoso Chico Ché. Defendiendo su ego, AMLO minimiza el ataque, y sin mayores herramientas que la información de la página en enlace hacktivista  a la que todos tenemos acceso, defiende su persona regresando a su lugar seguro, la cumbia tropical tabasqueña.

En mayo Guacamayas también realizó un ataque al ejército chileno, cuyas filtraciones publicó junto con las de SEDENA. Esto produjo la renuncia del General Guillermo Paiva, jefe del Estado Mayor Conjunto, institución asesora de las Fuerzas Armadas del país. Guacamayas afirma además haber atacado también a la Policía y Fuerzas Armadas de El Salvador, de Fuerzas Militares de Colombia, de Fuerzas Armadas y Ejército de Perú, muchas filtraciones derivadas de estos ataques todavía no han salido a la luz.

Más allá de las notas puntuales que puedan salir del hackeo de Guacamaya, el que AMLO haya reconocido el ataque confirma que esos documentos de verdad salieron de la SEDENA. La cantidad de información es industrial, lo más probable es que ni siquiera la misma SEDENA sepa a ciencia cierta toda la información contenida en la filtración.

 

Aquel que nada teme

Si AMLO no tiene miedo, aquellos cuyos datos podrían estar comprometidos debido a la vulnerabilidad del sistema de la SEDENA no pueden sentirse en calma. SEDENA incumplió con sus obligaciones en materia de protección de datos. El ataque es en sí una evidencia del incumplimiento de estas leyes, la evidencia de que para lo que sí son buenos es para la simulación, no para el cumplimiento.

Los riesgos eran visibles, como se puede leer en la Auditoría de Cumplimiento a Tecnologías de Información y Comunicaciones de la Auditoría Superior de la Federación (ASF). La mayoría de controles de ciberseguridad de la SEDENA durante 2020 se reportan como “carentes”. Estas vulnerabilidades no fueron atendidas pese a que este tipo de riesgos significaron en 2019 que PEMEX paralizara sus operaciones debido a un secuestro de información por le cual desembolsó 4.9 millones de dólares, o que en 2021 la Lotería Nacional fuera también víctima de extorsión debido al mismo tipo de vulnerabilidades que el ataque de Guacamaya.

Guacamayas encontró que no fueron lxs primerxs, ya había fugas más pequeñas pero sostenidas de información de la SEDENA explotando la misma vulnerabilidad. Según Guacamaya:

había muchas otras webshells allí… vimos que otros hackers también estuvieron descargando los correos a la vez

¿Quién tiene qué información más allá del ataque de Guacamayas? En este momento preciso nadie lo sabe y el presidente intenta dar la impresión de que no se están preocupando en averiguarlo, sólo atina a decir que él “nada teme”.

 

Hackeo moral

En el sitio enlacehacktivista.org podemos encontrar los detalles del hackeo

“Sep 19, 2022: Hemos recibido un comunicado, un poema y un video para publicar del grupo hacker Guacamaya, en su ataque a la milicia y los correos electrónicos de la policía de varios países… la filtración a SEDENA fue con una vulnerabilidad antigua [anunciada por el proveedor un mes antes].”

En el mismo sitio puede encontrarse información técnica del hackeo que cualquier estudiante de informática podría entender, contrario a lo que AMLO ha declarado sobre las dificultades técnicas del ataque. En el comunicado de Guacamayas, donde usan el nombre Abya Yala para referirse a nuestro contienente, se lee:

“Los gobiernos de los países de Abya Yala… Necesitan de fuerzas armadas que garanticen el apaciguamiento de cualquier vestigio de descontento… El ejército armado es el que ejerce el trabajo sucio de los estados, de las empresas, de la delincuencia organizada como el narcotráfico… Para que quede claro, los ejércitos militares y las fuerzas policiales de los Estados de Abya Yala, son la garantía de dominio del imperialismo norteamericano, son garantía de la presencia extractivista del Norte Global. Son fuerzas represoras violentas, criminales en contra de los propios pueblos y sus organigramas piramidales internos de poder también son repudiables… Entregamos esto a los pueblos de Abya Yala para remover la digna rabia, para que las que no hayan visto, vean; para pensar y repensarnos en resistencias, para repensarnos la liberación de los pueblos y de la Madre Tierra. “

No se necesita un hackeo para darse cuenta de la crueldad del ejército, pues lamentablemente tenemos diversos ejemplos de su modus operandi represivo como en el caso Ayotzinapa. Pero las filtraciones a raíz del ataque de Guacamaya nos dan pruebas irrefutables de su verdadera naturaleza: El ejército tiene como principal objetivo combatir la protesta social y reprimir a la clase trabajadora. Por eso dedica sus recursos, salidos de nuestros impuestos, a espiar estudiantes, líderes sociales, periodistas y feministas.

Guacamaya añade un ingrediente indispensable en el análisis actual de las fuerzas represivas estatales en Latinoamérica, el narcotráfico. No sólo el ejército se muestra como una institución retrógrada descolocada completamente por el avance de la tecnología, sino se le ve ayudando narcotraficantes pagando sus entrenamientos , entregando secretarías al narco  e intercediendo para evadir la justicia.

 

La curda realidad

Como la propia ASF reportó, la SEDENA no tiene una estrategia legal de control de daños ante el hackeo, ni capacidad técnica para manejarlo. En resumidas cuentas, la estrategia de AMLO es seguir defendiendo al ejército negando la evidencia que anteriormente él mismo validó, sin mayor argumento.

No hay peor ciego que el que no quiere ver. La cruda realidad previno a Chico Ché de entrar al ejército, pero la cruda realidad que viven los pueblos latinoamericanos empuja a la organización de grupos como Guacamaya, y otros tantos, a intentar contrarrestar las desigualdades de poder en latinoamérica. Las filtraciones de Guacamaya podría cambiar la visión de muchas personas acerca de la naturaleza real del ejército. Es imposible en este momento saber el alcance, pero en definitiva no es algo mínimo como lo quiere hacer pasar el presidente.

El Partido Obrero Socialista se une al llamado de Guacamaya para ver, pensar y resistir por la liberación de las y los trabajadores y la defensa de la naturaleza.