#Ayotzinapa | Las balas asesinas eran de militares y de la Policía Federal 1/7

Mujer con niño muerto. Kathe Kollwitz, 1903

En el Informe de la Comisión de la Verdad del gobierno de AMLO, jamás se registra que, en la Noche de Iguala, en los ataques contra los normalistas, además de policías municipales, participaron otras policías, destacadamente la Federal (PF, formada en su mayoría por soldados, hoy Guardia Nacional) y militares vestidos de civil. Estos últimos dejaron sus huellas en las escenas de los crímenes: cartuchos que sólo usa el Ejército.

 

Ya desde 2016 la reportera Anabel Hernández había denunciado que “el gobierno federal y el de Guerrero han ocultado que la noche sangrienta los policías municipales de Iguala y Cocula portaban fusiles automáticos R-15 o G36 de calibre .223 y pistolas calibre 9 mm, al igual que los federales, mientras que los militares del 27 Batallón de Infantería portaba el rifle de asalto G3 calibre 7.62 × 51, según se comprobó en la averiguación previa. Cartuchos de todos esos calibres se encontraron en la calle Juan N. Álvarez, donde se perpetraron dos ataques, y en la autopista, en el cruce con Santa Teresa”, acusó la autora del libro La verdadera noche de Iguala, editado por Random House.

Hernández obtuvo el dictamen de balística que la fiscalía guerrerense practicó a cuatro de los autobuses donde viajaban los normalistas la noche fatídica, así como al camión donde iban los futbolistas los Avispones, que fue también agredido al ser confundido con uno de los vehículos en los que viajaban estudiantes.

 

Uno de los autobuses tenía al menos veintinueve disparos, los cuales se realizaron con proyectiles calibre 7.62. “El documento apunta que dicho calibre se usa en los fusiles AK-47, FN FAL y G3, ninguno de los cuales era parte del armamento que las policías de Iguala y Cocula emplearon esa noche: los únicos que portaban armas de esas características eran los escuadrones del 27 Batallón de Infantería, y los testimonios de los propios militares indican que estaban equipados con fusiles G3.”

 

El camión en el que viajaban los futbolistas recibió 83 impactos de bala. Fue atacado con armas calibre .223, medida que corresponde a las que portaban las policías municipales de Iguala y Cocula y la Policía Federal. También se encontraron disparos calibre 7.62, que corresponde al G3 del Ejército.

 

“El 8 de octubre de 2014 la fiscalía de Guerrero realizó un nuevo peritaje sobre 149 casquillos que se encontraron en la calle Juan N. Álvarez, en el cruce de Santa Teresa, y en vehículos inspeccionados en las escenas de crimen. Cincuenta y ocho casquillos correspondían al calibre 7.62 × 39 mm y se dispararon con seis fusiles diferentes, “teniendo entre los más comunes el AK-47”. Se localizaron catorce casquillos calibre 7.62 × 51 mm que fueron descargados por dos fusiles,“teniendo entre los más comunes el G3”; ocho de ellos eran de la marca p.p.u. y siete f.c. Según una fuente de información del Ejército, la marca f.c. corresponde a la Fábrica de Cartuchos de la Secretaría de la Defensa Nacional.

 

“Ante una solicitud de información –según relata Anabel- , la Sedena se negó a notificar el calibre y la cantidad de municiones que produce la Fábrica de Cartuchos por ser información “clasificada”; sin embargo, gracias a la fuente castrense consultada y a otras de información abierta, se sabe que producen proyectiles 7.62 × 51 mm para el G3. Tanto este rifle como sus balas se elaboran en la Dirección General de Industria Militar, que cuenta con la patente. La Sedena aclaró que los pertrechos que produce la Fábrica de Cartuchos son de uso exclusivo del Ejército, “por lo que no pueden ser adquiridos por personas civiles”. (Op. Cit., 339 -342)

 

 


Este artículo forma parte de El Socialista No. 410

Septiembre, 2022.