Justicia para Victoria

Desde el POS exigimos ¡Justicia para Victoria!

Victoria, mujer migrante y madre, fue asesinada por la policía de Tulum, Quintana Roo. La policía como brazo armado del estado revela su más lamentable cara xenófoba, racista y feminicida. La clase trabajadora debe manifestar su luto e ira ante este asesinato fruto de la barbarie del sistema capitalista, superando fronteras y cualquier otra barrera divisoria. Reproducimos las declaraciones desde EU de nuestras camaradas del Partido de Libertad Socialista integrantes del CRIR, y Mujeres Radicales, las cuales suscribimos:

¡Ni una muerta mas! ¡Fin al capitalismo patriarcal! ¡Justicia para Victoria!

El Partido de Libertad Socialista y las Mujeres Radicales son organizaciones feministas socialistas que han estado en la primera línea luchando por los derechos de las mujeres y defendiendo a los más oprimidos (mujeres de color, lesbianas, mujeres trans, ancianos y discapacitados) desde mediados de 1960.

Estamos aquí hoy para decir que el feminicidio contra todas las mujeres debe DETENERSE. Nos indigna que Victoria Salazar, una inmigrante salvadoreña, fuera asesinada por la policía mexicana. Se une a muchos refugiados que han huido de sus países debido a las políticas neoliberales que han provocado guerras civiles, pobreza y  peligrosas condiciones de vida, especialmente para las mujeres y los niñxs.

Funcionarios mexicanos han dicho que los cuatro agentes, tres hombres y una mujer, fueron despedidos, detenidos y acusados ​​de feminicidio ¡Esto no es suficiente! Desde 2015 hasta junio de 2019, al menos 3,080 mujeres fueron asesinadas en México. Algunos de los casos han sido particularmente brutales: por ejemplo, en febrero de 2020, Ingrid Escamilla, de 25 años, fue asesinada a puñaladas, cortada y desollada parcialmente. El gobierno mexicano liderado por AMLO se ha negado a abordar seriamente la violencia contra las mujeres. El sexismo del gobierno se refleja en su negativa a apoyar a las trabajadoras textiles mexicanas que se declararon en huelga por mejores salarios y condiciones laborales y aún están desempleadas.

El feminicidio es un problema sistémico a nivel internacional. En los últimos años, El Salvador, el país de origen de Victoria, ha reportado altas tasas de violencia doméstica y tasas epidémicas de feminicidio. En 2019, el país tuvo una de las tasas de feminicidio más altas de América Latina, solo superada por Honduras.

En Estados Unidos, el número de mujeres asesinadas ha aumentado constantemente. Casi 2.000 mujeres fueron asesinadas por hombres en 2017. Las mujeres menores de 29 años y las mujeres de color, incluidas las mujeres trans, son asesinadas de manera desproporcionada. Las mujeres negras y nativas americanas experimentaron las tasas más altas de homicidio entre 2003 y 2014. La desaparición de mujeres nativas americanas también es un problema crítico: casi 5,600 fueron reportadas como desaparecidas el año pasado. En 2019, al menos 26 personas transgénero o no conformes con el género fueron asesinadas en este país. Las mujeres trans son brutalizadas en sus propios países, en el camino a los EE. UU., En la frontera, y cuando llegan a los EE. UU., Finalmente pensando que están a salvo, son asesinadas.

El feminicidio se propaga como una enfermedad con pocas consecuencias para el perpetrador, especialmente cuando forma parte del brazo del estado: la policía.

Pero la violencia estatal no se manifiesta sólo en la policía. También existe cuando a las mujeres no se les permite controlar sus propios cuerpos. Centroamérica es uno de los entornos legales más restrictivos para el aborto en el mundo. Nicaragua, Honduras y El Salvador tienen prohibiciones completas del aborto. En El Salvador, las mujeres son encarceladas por sospechas de abortos; y en Guatemala y Panamá, el aborto está permitido solo en circunstancias limitadas. Una alta tasa de violencia sexual en estos países contribuye a una alta tasa de embarazos no deseados, lo que obliga a mujeres y niñas a tener embarazos en contra de su voluntad o buscar un aborto inseguro que pone en riesgo su salud y su vida. ¡Todas y todos debemos defender la justicia reproductiva!

Mujeres Radicales y el Partido de la Libertad Socialista han reconocido desde hace mucho tiempo que la subordinación de las mujeres tiene sus raíces en el vuelco histórico del matriarcado que se produjo con el desarrollo de la propiedad privada. Se expandió con el crecimiento global del capitalismo y la violación de mujeres indígenas y esclavas negras. Esto continúa hasta el día de hoy. El año pasado, un denunciante expuso el hecho de que a los médicos se les permitía realizar esterilizaciones a mujeres detenidas en centros de detención sin su consentimiento. Estados Unidos tiene una larga historia de experimentos médicos coaccionados y esterilización de mujeres de color, mujeres pobres y personas consideradas con enfermedades mentales. Esto también es feminicidio.

El imperialismo oprime a las mujeres internacionalmente y es este sistema capitalista patriarcal el que condiciona a los hombres a tratar a las mujeres como una propiedad: abusar de ellas, violarlas, torturarlas y asesinarlas. Es el sexismo, el racismo, la homofobia, la transfobia y la xenofobia los que apuntalan al capitalismo y mantienen el status quo. Aunque las mujeres son vistas como del sexo inferior, de hecho ocurre lo contrario. Mujeres valientes se han enfrentado a los militares y la policía. Han marchado por miles exigiendo el fin del feminicidio. Nos unimos a ellas para exigir:

¡Justicia para Victoria!
¡Alto a la violencia estatal y policial! ¡Justicia reproductiva!
¡Acabemos con las políticas migratorias sexistas, racistas y transfóbicas!
¡Cierre los centros de detención!
¡Abre las fronteras!


Folleto para el evento realizado el Martes, 6 de Abril en Los Angeles, CA, frente al Consulado Mexicano.

DENUNCIA & MANIFESTACIÓN

¡Alto a Lxs Feminicidixs Contra Refugiadxs, Inmigrantes y Mujeres Trans!

Dos dias antes de comenzar el juicio del policia que mató a George Floyd, otra víctima murió bajo circumstancias similares. Victoria Esperanza Salazar Arriaza, una refugiada de El Salvador que vivía en Tulum, México, fue sujetada boca abajo por una mujer policia con su rodilla en la espalda de Salazar y su mano presionando su cuello. Salazar murió de una fractura de cuello.

Aunque Victoria era Salvadoreña, Salazar se une a las miles de mujeres en México que han muerto por ataques de violencia de género. Refugiadxs, inmigrantes, Indigenas y mujeres trans huyen de sus paises hacia los Estados Unidos para escapar de las violaciones, abuso, discriminación laboral, racismo ambiental y amenazas de muerte. Luchan para mantenerse y mantener a sus seres queridos vivos.

Los gobiernos Mexicanos y de los Estados Unidos deben hacerse responsables por su maltrato a estas comunidades vulnerables. La pandemia y la crisis económica han escalado la guerra contra todas las mujeres. Un movimiento internacional unido, con liderazgo de aquellxs que son sujetas al femicidio y fanatismo, pueden empujar para tener un mundo cuerdo y seguro.

Todo el mundo es bienvenido. Por favor recuerden de ponerse mascarilla y practicar distancia social.

EXIGIMOS:
• Compensación a la familia Salazar
• Detener la violencia del estado y la policia
• Abrir las fronteras
• Cerrar los centros de detención de ICE
• Libertad para todxs lxs refugiadxs y detenidxs de ICE
• Vivienda social gratis, cuidados de salud, servicios de salud mental y servicios sociales, trabajos sindicalizadxs.

Patrocinan: National Radical Women, Union del Barrio, Partido de Libertad Socialista y CISPES-LA

Suscriben: CARECEN-LA, National Lawyers Guild, Alliance to Defend Immigrants, Never Again-LA, Puerto Rican Alliance.