México en uno de sus peores momentos 8/8
Comparado con otros gobernantes latinoamericanos de la misma corriente de AMLO (Alberto Fernández, de Argentina; Arce, de Bolivia; Maduro…), la situación del mexicano es mucho mejor. Empero, AMLO comenzó su declinación mucho más temprano que ellos y carece de los recursos materiales para estabilizar una dominación que dure tanto como la de sus congéneres.
Hemos expuesto las contradicciones y debilidades de la 4T, así como sus fortalezas. No vemos que unas frente a otras estén empatadas, pensamos que los factores críticos empiezan a ser prevalecientes.
La cuestión es que esta nueva realidad es algo que todavía no percibe la mayoría de la población, cuya conciencia continúa alienada, esclava de su presidente. Pero este desfase entre la horrible realidad que es México bajo la 4T y la conciencia de la población que lo sigue apoyando puede cambiar.
Han aparecido elementos de una crisis económica y pueden multiplicarse las protestas populares; también puede producirse una caída drástica en la popularidad presidencial, que sería un factor de grave crisis política.
Al momento de escribir estas líneas, El Financiero publicó una encuesta en la que registra que AMLO perdió 7 puntos de su popularidad, para bajar a un todavía elevado 60%. Pero el resto de resultados revelan que la amplia mayoría de la población reprueba al gobierno en las cuestiones fundamentales.
Los marxistas mexicanos no tenemos el espacio que ya tiene el trotskismo en países como Argentina. Si en ese país los socialistas revolucionarios obtuvieron en total un 10 por ciento de los votos, acá estamos todavía muy lejos de ello. No obstante, nuestra situación no es la misma a cuando el obradorismo estaba en su cénit porque ya se sienten en nuestras filas nuevos impulsos, todavía débiles pero claros, que nos obligan a reelaborar nuestras propuestas y a presentar a sectores cada vez más numerosos las ideas socialistas.
Como pequeño partido que somos, poco podemos hacer para cambiar la falsa conciencia de la clase trabajadora. Los golpes de la realidad son ahora los que todos los días van desnudando la esencia capitalista, corrupta, machista, autoritaria, militarista y antiobrera del obradorismo.
En momentos como los actuales, no aspiramos a ser seguidos por las masas. Pero sí a forjar una sólida avanzada de militantes socialistas, feministas, internacionalistas y ambientalistas que constituyan la columna vertebral de una futura organización revolucionaria potente y nacional.
Otra gran tarea es la de unir a todos aquellos que desde el campo de la clase trabajadora nos oponemos a la 4T. Ya hay sectores de la CNTE, del normalismo, comunidades contra megaobras y los proyectos extractivistas, grupos de madres buscadoras de desaparecidos, feministas, etcétera, que están peleando contra el gobierno.