Por Ricardo Valencia
Mientras miles de trabajadores en México esperan sea aprobada la Reforma para reducir de 48 a 40 horas la jornada laboral semanal, todas las bancadas en la Cámara de Diputados, el Presidente de la República y las Cámaras patronales parece que solo buscan aplazarla.
¿Qué dice la propuesta de Reforma?
El 14 de marzo de 2023 fue presentada una propuesta de Reforma a la Ley Federal del Trabajo para disminuir de 48 a 40 horas la jornada de trabajo semanal. Esta propuesta contempla que sean los Patrones y los trabajadores quienes acuerden la duración de la jornada laboral, sin que pueda rebasar nunca las 40 horas a la semana. Así mismo, incluye que los días de descanso sean, preferentemente, los días sábado y domingo.
Esta propuesta abre la posibilidad de reducir la jornada laboral y ganarle un poco de vida de la clase trabajadora a la patronal.
Un poquito de historia
La demanda de la clase obrera por conquistar un poquito más de su vida frente a la voracidad patronal no es nueva. La primera vez que se luchó por la jornada de 40 horas fue en los 70s e incluía el pago semanal de 56 horas, demanda mucho más ventajosa que la actual.
En los 70s existió una importante movilización obrera llamada “insurgencia obrera”, cientos de luchas obreras inundaron el país. Sus principales demandas fueron mejorar la condición de vida de millones de trabajadores, así como la independencia política obrera y la democracia sindical.
Esta “insurgencia” luchó contra todos los sindicatos que estaban del lado del gobierno y la patronal, entre ellos están CTM, CROC, CROM y los Sindicatos Nacionales de Industria, entre muchos otros.
La lucha de la “insurgencia” incluía la jornada de 40 horas con pago de 56, pero iba más allá. Los contingentes obreros más avanzados luchaban por que la clase obrera tomara el control de sus sindicatos, luchaba por crear un programa político para el conjunto de la sociedad y, en casos más avanzados, se luchaba por transformar el conjunto de la sociedad para construir una sin explotación del hombre por el hombre y una economía planificada.
¿En qué quedamos?
Aunque la nueva iniciativa de ley se queda muy corta en relación a viejas demandas, no puede dejar de considerarse como una demanda legítima y necesaria para la clase obrera. Se discutirá de nuevo a partir del 1 de febrero de 2024 en la Cámara de Diputados. AMLO declaró que debía de volver a discutirse desde el inicio, pese a llevar nueve meses en discusión.
Debemos recordar siempre que una pequeña parte de la jornada produce lo necesario para pagar el salario del trabajador, mientras que la mayor parte de la jornada está destinada al bolsillo de la patronal. Siendo así, en la mayoría de la mediana y gran industria es totalmente posible echar a andar la jornada de 40 horas.
Si la jornada de 40 horas no avanza en la Cámara de Diputados se debe a dos cosas, la primera es que la clase obrera no está representada en ese lugar, no hay obreras y obreros en la Cámara, hay patrones y estos solo trabajan a su favor. La segunda es que la clase obrera en su conjunto está dormida, no se mueve ni hace sentir su poder a la patronal ni al gobierno, “solo la clase obrera puede liberar a la clase obrera” como decía Karl Marx.
Aún sí la iniciativa de la jornada de 40 horas no logra convertirse en ley, nada impide a millones de trabajadores comenzar a luchar por conseguir no solo la disminución de jornada, sino cualquier demanda legítima, incluida la transformación socialista de la sociedad.