Por: Ricardo Valencia
Después de 13 años el Sindicato Independiente de Trabajadores del Colegio de Bachilleres (SINTCB) con 42 Secciones y 20 planteles decidió estallar en Huelga este 1 de febrero.
LAS DEMANDAS
A grandes rasgos las demandas fueron dos, primero: Violaciones al Contrato Colectivo de Trabajo (CCT) y segunda: Aumento salarial del 20%, ambas traen consigo un gran cúmulo de injusticias.
Las Autoridades del Colegio de Bachilleres de manera sistemática y generalizada han violado el CCT, la demanda más sentida en la aplicación de la política precarizadora de las plazas docentes, ahora hay contratos hasta de ¡¡¡dos meses!!! para cubrir un semestre, lo que inevitablemente se refleja en la calidad educativa.
La precarización de las plazas para docentes no solo se da en el plano contractual, sino que se carecen de materiales de trabajo en laboratorios y muchas de las instalaciones que fueron afectadas por los sismos de 2017 siguen sin reparación, lo que pone en riesgo no solo a lxs trabajadores sino al alumnado.
En entrevista a Mauricio Fabila afiliado al SINTCB nos comenta que: “Tenemos trabajadores académicos que tienen más de 2 años dando clases y hasta ahorita no tienen basificación de grupo”, lo cual es una clara violación a su CCT.
El aumento salarial ofrecido fue del 4%, menos de la mitad de la inflación anual que supera el 8%, lo que en los hechos representa un recorte salarial, no un aumento. Este ofrecimiento es el mismo para todo el sector educativo público, de lo cual se deduce que es el llamado Tope Salarial impuesto por el Gobierno Federal.
El año pasado AMLO les prometió un aumento salarial directo del 8%, lo que causó gran expectativa entre el magisterio Bachiller. Sin embargo, al recibir la propuesta salarial del 4% el descontento y la decepción los arrojó a la lucha.
EL LEVANTAMIENTO
El 5 de febrero La huelga fue levantada por una votación mayoritaria igual al 62% de los afiliados. Se levantó con la firma de un Convenio que no dio respuesta a las demandas del sindicato.
No dice nada sobre la basificación del magisterio. No dice nada sobre el mantenimiento y mejora de los edificios afectados por los sismos. Ni sobre gran parte de las violaciones contractuales. Lo cual paradójicamente dice mucho.
El Convenio podemos dividirlo en dos, primero: el aumento en el plazo de los contratos temporales al magisterio y la prórroga de los mismos, pero no se habla de basificación magisterial.
Segundo: Se promete la revisión de la promesa presidencial, es decir, se mantiene el aumento del 4% y se promete crear una Comisión con la SEP y la STPS para ver si se puede o no cumplir con el otro 4% para completar la promesa incumplida de AMLO del 8%.
UN PANORAMA NUBARROSO
Más allá de las demandas puntuales y de los sentimientos que les genera a lxs huelguistas su proceso de lucha,
Las contrataciones al magisterio por periodos menores a un semestre deben ser una excepción, sin embargo, se han convertido en una contratación usual, de igual manera la contratación por horas/clase. Estas formas de contratación laceran los derechos laborales del magisterio.
Si bien el magisterio Bachiller se ha lanzado a la lucha por conservar sus derechos laborales y contra una política neoliberal en la educación, nos comenta: “…no se vayan con la idea que es una lucha solo de trabajadores por aumento salarial, lo que queremos es que entiendan que en realidad es por ellos [los estudiantes] y su educación”.
El trasfondo de esta lucha es el rechazo al Tope Salarial ya que es claramente insuficiente ante una canasta básica que sube su precio constantemente, así como la redefinición de las relaciones de trabajo docente que busca abaratar las prestaciones contenidas en su CCT.
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