LAS TAREAS DE LOS SOCIALISTAS EN LA NUEVA SITUACIÓN INTERNACIONAL

La pandemia de Covid-19 ya ha cobrado más de un millón de vidas. Por supuesto, las cifras oficiales son sólo la punta de un iceberg de devastación cuya magnitud real sólo conoceremos en el futuro. Además, la pandemia y sus efectos han acelerado la crisis más grande del capitalismo en casi un siglo. Ya son decenas de millones de personas que se han sumado a la pobreza extrema y el hambre en todo el mundo. La represión está socavando los derechos democráticos mientras se dispara el endeudamiento de las personas con los bancos y de los estados nacionales con instituciones crediticias como el FMI. Crece el desempleo, el recorte de derechos y las deudas de los trabajadores y de los estados nacionales. Mientras esto, los ricos siguen cada vez más ricos.

El mundo está cambiando a un ritmo acelerado y los retos que tenemos enfrente los socialistas son complejos. La actual crisis del capitalismo ha traído una situación contradictoria, una paradoja. Por un lado, esta crisis ha abierto un espacio para introducir las propuestas socialistas, pero al mismo tiempo ha engendrado condiciones adversas para la clase trabajadora. Las oportunidades, sin embargo, ahí están y van a ampliarse porque la burguesía ya no convence como antes y sus operadores políticos han quedado expuestos.

Prueba de ello es cómo la convulsión social y política está sacudiendo los fundamentos del régimen de Estados Unidos. Las llamas de la rebelión contra el racismo persisten a pesar de los intentos por apagarlas a través de la represión y la canalización del descontento hacia la elección presidencial. La movilización de los más oprimidos y explotados demanda un cambio profundo en las entrañas del imperialismo.

En el CRIR creemos que no hay atajos en la lucha contra el capitalismo, pero consideramos que un primer paso es sintetizar la situación en sus rasgos centrales.

¿Cuáles son los principales rasgos de la situación internacional?

1.- La situación internacional se ha polarizado políticamente, intensificando las contradicciones entre las clases sociales. No podría ser distinto cuando la respuesta más extendida de los diversos Estados frente a la pandemia ha sido proteger a la burguesía y abandonar a su suerte la vida y los empleos del proletariado y los oprimidos. La adversidad ha colocado a millones de familias en un estado de máxima tensión ante el incremento de la pobreza y la desigualdad. Sin embargo, la lucha de las masas ha comenzado a reanimarse porque el fracaso del capitalismo para resolver esta crisis es evidente y porque su poder para convencer a los trabajadores de que puede liderar ha quedado irreparablemente dañado.

2.- Los diversos grados de confinamiento que aún perviven han significado un incremento de la violencia contra las mujeres. El propósito de esta violencia no es sólo sofocar la oleada de luchas feministas por la libertad y la igualdad, sino que es también una expresión del patriarcado y el machismo. ¿Cómo puede la clase obrera montar un desafío serio contra el capital cuando vemos que la mitad de sus filas está enfrentando el ataque a diario del sistema patriarcal-capitalista al punto de exterminio?

3.- La crueldad de los diversos Estados capitalistas no es accidental. Por un lado, la respuesta de las democracias burguesas ha sido vergonzosa: preocupados por administrar la muerte en vez de salvar vidas. Por el otro, el éxito para contener la pandemia de Estados como el chino no es menos preocupante, pues dicho éxito ha sido utilizado para mostrar las bondades del autoritarismo. De conjunto, las conquistas democráticas están en la mira de una burguesía cada vez más despótica a nivel mundial.

Por dónde proponemos empezar:

A.- El ascenso en las luchas depende del grado de organización de las masas, en las calles y centros de trabajo, en cada parte del mundo. Donde aún predomina la adversidad y el confinamiento estricto, lo prioritario es reanimar la vida interna de las organizaciones obreras, feministas y comunitarias. Por otro lado, donde el confinamiento se ha relajado y se ha afianzado la nueva situación, es urgente defender las conquistas del pasado, así como exigir políticas que rescaten a los millones de desempleados y trabajadores precarizados.

B.- En otros pronunciamientos hemos ofrecido un listado de demandas, pero hoy debemos insistir y poner en primer plano las demandas feministas. Sólo en la medida que combatamos la violencia machista en el ámbito doméstico, y los ataques de las fuerzas estatales y las bandas criminales contra las mujeres, podremos dar un mejor futuro a la lucha anticapitalista, ya que, junto a la pelea por las reivindicaciones específicas del género como el acceso al aborto, las trabajadoras y las más pobres encabezan la resistencia al hambre, la represión y el ataque a las conquistas obreras y de los pueblos. En este sentido, las tareas que hoy pesan sobre las mujeres (como los mayores cuidados infantiles mientras ellas trabajan desde casa o la propia educación de los niños debido al cierre de escuelas y el cuidado de los enfermos y ancianos), que bajo el socialismo serían realizadas por instituciones dirigidas por mujeres y trabajadores,sólo revela los límites del capitalismo. La burguesía no enfrentará la próxima pandemia en mejores condiciones que hoy.

C.- La burguesía, desde tiempos de Marx, había dejado de ser revolucionaria. Hoy, además, está dejando de reivindicar una identidad democrática. De hecho, nunca lo fue, pero estaba obligada a admitir una serie de libertades que conquistaron con su lucha las clases trabajadoras. El deterioro actual de la democracia burguesa es una oportunidad para insistir en la alternativa que desde hace mucho tiempo ha levantado nuestra tradición: una democracia verdadera, la cual sólo puede conseguirse superando el capitalismo y estableciendo el gobierno de la mayoría en una sociedad socialista.

Desde el comienzo de la época imperialista del capitalismo, no hay más condiciones de garantizar concesiones duraderas a los trabajadores y oprimidos. Para tomar algo del sistema o para que no nos retiren lo que aún tenemos, por mínimo que parezca, es necesario derrotar a la burguesía entera y avanzar en la revolución. No hay salida en el capitalismo y la revolución socialista es una bandera inmediata de agitación para las luchas, junto de las luchas por empleo, salario, derechos y libertades.

Por todo lo anterior, invitamos a las y los luchadores de la clase trabajadora, del movimiento de mujeres y los sectores populares a que discutan este pronunciamiento con sus camaradas y que nos hagan llegar sus comentarios. Asimismo, los invitamos a ponerse en contacto con el CRIR para que encontremos, juntos, formas de colaborar en la construcción de frentes únicos y partidos revolucionarios, semillas de nuevos liderazgos para las oportunidades del presente.

Comité por el Reagrupamiento Internacional Revolucionario

Partido Socialismo y Libertad – Argentina

Movimento Revolucionário Socialista – Brasil

Freedom Socialist Party – Estados Unidos y Australia

Partido Obrero Socialista – México