Austeridad republicana, un engaño mortal para la clase proletaria
Fanny González
9 de febrero de 2023
La política de austeridad republicana de AMLO está diseñada para beneficiar a la burguesía y afectar al proletariado. Definida como “una reorientación del gasto gubernamental hacia las personas que menos tienen” vamos a ver porqué esto no es cierto. El pago de la deuda pública ha sido puntual, contraída en un 127% más en lo que va del sexenio*, este dinero que no va para el metro de la CDMX, ni a obra, ni a asistencia social o a quienes “menos tienen” sino a los bolsillos de los banqueros internacionales con su pago puntual. Sumado a esto, las grandes obras de infraestructura, están concesionadas a militares como el aeropuerto Felipe Ángeles y el Tren Maya; y a los empresarios como Tapia Vargas, constructor de la Refinería de Dos Bocas en Tabasco, que hizo gran fortuna en Hidalgo mientras gobernaban Osorio Chong y Murillo Karam, además de verse implicado en el caso de corrupción de Odebrecht.
La austeridad republicana se traduce en una política de clase, donde se prioriza al sector burgués. Una política renovada de lo que era la inversión para las zonas privilegiadas de la CDMX durante los gobiernos perredistas en la ciudad. Recordemos cuando López Obrador era el jefe de gobierno del entonces Distrito Federal colocó a Claudia Sheinbaum en la Secretaría del Medio Ambiente para la realización de obras públicas y transporte urbano, impulsando así el metrobús, las ciclovías y el segundo piso del periférico por zonas privilegiadas. Por ejemplo, el segundo piso del periférico, diseñado y ejecutado por el ingeniero José María Riobóo, a través de Grupo Riobó (a propósito, es el esposo de la ministra Yasmil Esquivel a quien se la ha confirmado el plagio de su tesis de licenciatura), benefició solo a un tipo de población clasemediera, con posibilidad de cubrir el costo de tener automóvil particular, para trasladarse de Satélite a Pedregales.
El abandono de la transportación pública no es casual, se trata de una política de gobierno que no tiene interés por la clase proletaria. El metro por ejemplo, nació con la finalidad de ser la columna vertebral de la transportación ciudadana, sin embargo, cada día las condiciones empeoran, al grado de atentar contra nuestras vidas. Para la transportación proletaria, tenemos que, aplicando subejercicios fiscales, el recorte al presupuesto ha sido “sutil”. Por ejemplo, en 2018, se habían presupuestado 17 mil 580 millones de pesos de inversión al metro, pero solo aparecen reportados 15 mil 492 millones, esto es un 11% menos (Proceso 2411: 34); diferenciando el gasto en mantenimiento. No obstante, en 2020 cambió el formato de presentación de recursos en rubros generales y amplios, y para 2021 se convirtió en una tendencia ascendente. El gasto presupuestado fue de 15 mil 81 millones de pesos pero se ejercieron 15 mil 684 millones de pesos, es decir, 4% más de lo programado, ésto, bajo el contexto de que en mayo había ocurrido el desplome de la línea 12 del metro.
A todo esto cabe preguntarnos ¿son los empresarios, el ejército y los banqueros internacionales los que “menos tienen”? La respuesta es no.
Por si fuera poco, la Jefa de Gobierno ahora nos quiere vender la idea que el problema del metro es un tema de seguridad debido a los accidentes donde muchas personas han perdido la vida, como el choque de trenes en la estación Tacubaya en marzo de 2020, o el desplome de la línea dorada el 3 de mayo de 2021 y el más reciente choque de en la línea 3 el pasado 7 de enero, donde perdió la vida una estudiante de la UNAM: Yaretzi Hernández. En lugar de asumir su responsabilidad, la respuesta de Sheinbaum fue el señalamiento de un supuesto “sabotaje” en el metro y desplazó al 46% del total de la Guardia Nacional el metro para “cuidar” a la población. Pero se le olvida revisar los informes y cifras que nos aseguran que en cuatro años de su jefatura, el presupuesto al metro ha disminuído debido a la política de austeridad con el proletariado. Para la Jefa de Gobierno, la atención no debe estar en las personas pobres, sino en los sectores privilegiados que necesitan tener más comodidades.
Las y los trabajadores del metro lo han denunciado, no es “sabotaje”, es falta de mantenimiento y de presupuesto que de manera deliberada, no tienen y que como trabajadores y trabajadoras, han venido denunciando desde hace mucho. Han declarado “es impensable atentar contra tu fuente de trabajo e imposible realizar una acción suicida […] los trabajadores son altamente calificados y han movilizado al metro a pesar de las carencias, falta de herramientas y refacciones” (Proceso 2411). Por eso, desde el Partido Obrero Socialista decimos: ¡Mantenimiento sí, militarización no! Queremos aumento al presupuesto, no militares. ¡Alto a la austeridad republicana en los servicios públicos! ¡Que se deje de beneficiar a empresarios y a la burguesía y que se atienda a la población proletaria! Necesitamos transporte digno para llegar a nuestras escuelas y trabajos. No podemos ir con el miedo de perder la vida tan solo por desplazarnos a nuestros centros laborales.
*https://www.eleconomista.com.mx/economia/El-endeudamiento-se-ha-duplicado-este-sexenio-el-del-2023-sera-historico-20221026-0008.html
Para reflexionar sobre la situación actual en México. Felicidades.